por El Profesor
El rapto de Ginebra es uno de los episodios más conocidos de la leyenda artúrica. La fama de este relato se demuestra por la multitud de historias que lo incluyen, repitiendo o reelaborando un episodio cuyo origen está en las sagas mitológicas originales del Arturo bretón.
La fama de Arturo como personaje literario más allá de Bretaña tiene su punto de partida en Geoffrey de Monmouth y su «Historia Regum Brittaniae», escrita en torno a 1135. Allí se cuenta que Mordred, el malvado sobrino de Arturo, se había nombrado rey de Bretaña y se había casado con Ginebra. Más adelante, antes de 1181, Chrétien de Troyes escribió el romance «El Caballero de la Carreta», en el que se cuenta que el malvado caballero Meleagant raptó a la reina Ginebra, y se describe cómo es rescatada por Lanzarote. Este relato quedó configurado como la versión oficial del rapto de Ginebra gracias al ciclo de La Vulgata, escrita entre 1215 y 1230, y más adelante volvería a ser relatado por Thomas Malory en «La muerte de Arturo». El relieve situado en la Porta della Pescheria, en la catedral de Módena, narra otra versión de esta historia que difiere de las contadas por de Monmouth y de Troyes, y que puede fecharse en un momento anterior a ambos, en torno a 1099 (Loomis, 1997: 6). En ella, se ve un castillo protegido por una barbacana y rodeado por un río o un foso, mientras Arturo y sus más importantes caballeros, entre los que están su sobrino Galván y Kay el Senescal, asaltan la fortaleza montados a caballo.
La existencia del relieve de Módena demuestra cómo las leyendas sobre el rey Arturo circularon por Europa en una época anterior a su puesta por escrito por cronistas y literatos. Estas tradiciones pertenecieron al horizonte mitológico artúrico de las leyendas bretonas, que poseen un innegable carácter céltico (Loomis, 1997; Bromwich et alii, 1991: 396-397). Dentro de la tradición literaria de Gales existen varios textos que recogen este episodio, donde se pone como protagonista a la reina, llamada Gwenhwyfar en galés, y a su raptor, Melwas. Estos relatos son: un episodio de la «Vida de San Gildas», por Caradog de Llancarfan, escrito antes de 1135; la obra titulada «El diálogo entre Melwas y Gwenhwyfar», anónima, que se conserva en dos manuscritos de los siglos XVI y XVII pero puede tener su origen en el siglo X (Padel, 2013: 57), y dos referencias en composiciones de dos poetas galeses, Dafydd ap Gwilym y Daffyd ab Edmwnd, de los siglos XIV y XV respectivamente.
Las fuentes galesas son fundamentales para reconstruir el mito original del rapto de Ginebra, cuyo argumento difiere del tema tal y como evolucionó en la literatura romance. A partir de un análisis comparado de las fuentes galesas y de la obra de Chrétien es posible realizar un trabajo de arqueología literaria para recuperar el mito artúrico original en sus rasgos principales, ofreciendo el argumento y el sentido mítico del episodio.
La Puerta de la Pescheria, en la catedral de Módena, es uno de los ejemplos artísticos más tempranos de una leyenda artúrica fuera de Gran Bretaña. La narración refleja indudablemente la historia del rapto de la reina Ginebra, con nombres que remiten a la leyenda galesa original (Gwenhwyfar en galés, de donde deriva el nombre en el relieve: Winlogee), pero con unos personajes caballerescos y unos antagonistas (Mardoc, Carrado, Burmaltus), que pertenecen al ciclo romance. Se trata por tanto de una narración cuyas características reflejan la pervivencia de un relato oral distinto a los relatos escritos que se conservan en las obras de Geoffrey de Monmouth y Chrétien de Troyes.
La historia del rapto de la reina
El cuerpo principal del relato se encuentra en la hagiografía de San Gildas escrita por Caradog de Llancarfan. Cronológicamente es la narración más antigua. El autor debió construirla a partir de la leyenda original, sobre la cual insertó al personaje de su narración, San Gildas, y a los monjes de la abadía de Glastonbury, sus mecenas (Torres, 2003: 144). En la obra de Bromwich et alii (1991: 100) podemos leer una traducción del relato escrito por Caradog:
«Hildas se embarcó en un pequeño bote y entró en Glastonbury,… mientras el rey Melwas reinaba en la Región del Verano… Glastonbury, esto es, la Ciudad del Vidrio… estaba asediada por Arturo con una innumerable multitud por motivo de su mujer Ginebra, que había sido violada y raptada por el ante mencionado malvado rey, y había sido llevada allí con motivo del refugio que proporcionaba su posición impracticable a causa de las defensas que suponían sus fuentes, el río y las marismas que lo protegían. El rey guerrero había buscado a la reina por un año y finalmente escuchó que se refugiaba allí. Reclutó los ejércitos de todo Cornualles y Devon; la batalla estaba lista entre los enemigos. Viendo esto, el abad de Glastonbury, acompañado de sus clérigos y de San Gildas el Sabio, se situó entre las líneas de batalla, y advirtió pacíficamente a su rey Melwas que debería de volver a la mujer raptada. Aquella que debía ser devuelta lo fue en paz y con buena voluntad. Hecho esto, ambos reyes le dieron al Abad muchas tierras en agradecimiento…« (Traducción propia)
Si de la narración se retiran las acciones llevadas a cabo por San Gildas y los monjes de Glastonbury, podemos hacernos una idea aproximada sobre cuál fue la leyenda que subyace detrás del relato. Melwas, rey del País del Verano, rapta y viola a la reina Ginebra, escondiéndose en la ciudad de Glastonbury. Arturo busca a la reina durante un año, y al conocer su paradero, pone sitio a la ciudad, recuperando a la reina.
La obra «El diálogo entre Melwas y Gwenhwyfar» arroja más luz sobre este suceso, permitiéndonos conocer cómo sucede el rapto. Aunque se trata de una obra incompleta y con dos versiones que no coinciden exactamente (Bromwich et alii, 1991: 97ss), cabe la posibilidad de que este poema sea parte de la saga original perdida sobre este episodio.
El diálogo comienza en un banquete, donde la reina se encuentra atendiendo a los invitados, entre los que se encuentra Melwas, personaje que se presenta como «Melwas de la Isla de Cristal». La reina pone en tela de juicio el valor de su invitado, comparándolo con Cai, a la vez que Melwas se jacta de sus habilidades y afirma atreverse a enfrentarse al mismo Cai. Entonces Melwas pregunta a Gwenhwyfar dónde han podido verse antes, y la reina parece recordar un banquete anterior celebrado en Devon, a lo que Melwas afirma que así es. El poema termina bruscamente, pero una de las versiones tiene dos versos añadidos que parecen insinuar que un combate entre Melwas y Cai está a punto de comenzar (Bromwich et alii, 1991: 99; Torres, 2003: 158).
Algunos de los aspectos oscuros sobre la interpretación del poema pueden ser completados gracias a las referencias de los poetas Dafydd ap Gwilym y Daffyd ab Edmwnd. Así, Daffyd ap Gwilym incluye en un poema una referencia al suceso, diciendo que:
«A una ventana justo como esta… a través de la cual una vez en Caerleon Melwas llegó, sin miedo y a causa de su gran amor, junto a la casa de la hija de Ogfram el Gigante [=Gwenhwyfar]» (Bromwich et alii, 1991: 100; Padel, 2013: 60; Bromwich, 2014: 379. Traducción propia).
A su vez, el poeta Daffyd ap Edmwnd dice:
«… el arte de Melwas, el ladrón que por magia y encantamiento tomó a una joven hasta el final del mundo: hasta el verde bosque el impostor fue, hacia muros de ramas de copas de árboles, y esta noche me gustaría desear escalar tan alto como el» (Bromwich et alii, 1991: 101; Bromwich, 2014: 379. Traducción propia).
Estas referencias permiten entender el diálogo entre Melwas y la reina como un momento previo al rapto, en el que el menosprecio de la reina puede haber espoleado a Melwas a llevar a cabo su acción (Padel, 2013: 60). De todas formas, queda preguntarse si la entrada subrepticia de Melwas por una ventana ocurrió antes de hablar con la reina en la corte, o después de ello. La posible intervención de Cai parece sugerir que hay un enfrentamiento entre éste y Melwas. ¿Y por qué Melwas se enfrentaría con Cai? Este personaje, que en la tradición galesa es uno de los principales guerreros de Arturo, parece ejercer como senescal o maestro de ceremonias en la corte. Así es representado invariablemente en las novelas artúricas continentales desde Chrétien de Troyes y también en la literatura galesa, en las que además se destaca su férreo carácter y su obstinación (Gowans, 1988). En el relato de Culhwch y Olwen, Cai se opone firmemente a que el joven Culhwch sea atendido en la corte, dado que el banquete ya ha comenzado. Del mismo modo, podría entenderse que en el diálogo entre Melwas y Gwenhwyfar Cai aparece para oponerse al extraño que se ha colado sin permiso.
El resultado del enfrentamiento entre ambos personajes se explica en la versión del rapto de Ginebra relatado por Chrétien de Troyes, con unas características que se acercan mucho a la fuente original (Bromwich et alii, 1991: 398ss). El romance de «El Caballero de la Carreta» comienza en la corte de Arturo mientras se celebra la fiesta de la Ascensión del Señor. Mientras comen, aparece en la sala un caballero, Meleagant, que se dirige a la corte con malos modales, informando que en su reino hay atrapados muchos caballeros de Arturo, y que sólo los liberará si un caballero, guardián de la reina, marcha junto con ella al bosque y se enfrenta a él. Ese caballero será Cai, pero Meleagant le derrota y se lleva a la reina. (ECC, v.50, v.250). En esta versión el rapto sucede después de la victoria sobre Cai. Por ello, el acceso de Melwas a la corte a través de una ventana puede suceder antes de la conversación con la reina. El hecho de que Melwas acceda sin permiso o invitación a la corte de Arturo en Caerleon explicaría por qué en el diálogo entre él y Gwenhwyfar la reina no le reconoce en un principio.
Más adelante, la narración de «El Caballero de la Carreta» también permite completar la escena del asedio a la ciudad de Glastonbury narrada en la hagiografía de Caradog de Llancarfan. Chrétien de Troyes narra cómo Lanzarote y Galván van en pos de la reina, llegando al reino de Meleagant, llamado Gorre. Éste se encuentra limitado por un río de imposible acceso excepto por dos puentes mágicos: el Puente de la Espada, formado por una espada puesta de filo, y el Puente bajo el Agua, que se encuentra bajo la corriente del río. Lanzarote conseguirá atravesar el río y se enfrentará a Meleagante, matándolo y liberando a la reina y los caballeros cautivos.
En la obra de Chrétien, que busca imitar el ambiente cortesano de su época, el rey Arturo y sus huestes han sido sustituidas por el caballero Lanzarote, aunque en el relieve de Módena aparece Arturo en persona junto con sus más famosos caballeros. El combate, abortado por San Gildas y los monjes de Glastonbury en el relato de Caradog de Llancarfan, es el duelo a muerte entre Lanzarote y Meleagant. El final, que para Caradog es la paz entre los reyes, se revela sin embargo en la muerte para Melwas/Meleagant en la obra de Chrétien. Este final es mucho más apto para la leyenda celta original, en la que el mágico poblador del lugar asaltado suele ser muerto por decapitación, puede incluso que con su propia arma (Loomis, 1997: 14-15, Capítulo X: passim).
Por lo tanto, podemos reconstruir el suceso del rapto de la siguiente manera: en una visita a una corte en Devon (¿La corte de Arturo, o la corte de Melwas?), Melwas ve a la reina Gwenhwyfar y se enamora de ella. Cuando se celebra una fiesta en la corte del rey Arturo, Melwas, que no ha sido invitado, se cuela en la celebración y entabla una conversación con la reina. Ésta se burla de él y Cai se enfrenta al intruso, pero resulta derrotado. Melwas huye con la reina cautiva. Las huestes de Arturo lo encontrarán al fin, y tras poner asedio a su castillo, Melwas es muerto, y la reina vuelve con Arturo.
El significado mítico del episodio
Una vez entendida la trama general de la leyenda bretona original sobre el rapto de Ginebra, según cómo puede interpretarse por las fuentes disponibles, podemos explicar el sentido y contexto del episodio en su significado mitológico.
Melwas, el raptor de la reina, es un personaje del Otro Mundo con habilidades mágicas (Bromwich et alii, 1991: 100-101). Su nombre puede traducirse como «Miel Joven», señor de la «Isla de Cristal». El nombre de este reino coincide con los nombres que ofrecen Caradog de Llancarfan y Chrétien de Troyes, ya sea Urbs vitrea o Galstonbury, o Gorre, una corrupción del francés medieval Voirre, que significa cristal. Todo ello pone en relación el reino de Melwas con uno de los nombres que la fortaleza del Otro Mundo recibe en el poema de «Los despojos de Annwn (Preiddeu Annwfyn)» del poeta Taliesin, denominada Caer Wydyr, o Fortaleza de Cristal (Green, 2007: 59-60). El valor sobrenatural del reino de Melwas parece confirmado por el nombre del país según Caradog de Llancarfan, País del Verano, y por la descripción del reino de Gorre que da Chrétien de Troyes: un lugar donde no hay tormentas, no existen sapos ni culebras, y donde el tiempo siempre es agradable. También coinciden las descripciones de ambos autores al referir que el reino se encuentra limitado por un elemento acuático: fuentes, rio y marismas, o un rio con dos puentes mágicos. Un último concepto a tener en cuenta es la indicación, en la obra de Chrétien de Troyes, de que Gorre es el reino sin retorno, en el que todos los extranjeros quedan atrapados sin poder escapar (Torres, 2003: 148).
Según todas estas referencias, el reino de Melwas es el Más Allá céltico, un espacio situado en el mar, a Occidente, entre islas maravillosas pobladas por los muertos y los dioses, y conocidas con nombres tan sugerentes como Tierra de las Mujeres o País de la Eterna Juventud (Torres, 2003: 149-150). Melwas se nos plantea entonces como un señor feérico, al que son inherentes poderes sobrenaturales que pueden explicar tanto su capacidad para entrar en la corte de Arturo, para vencer a Cai en la corte y para llevarse a la reina hasta el Fin del Mundo.
Gwenhwyfar, hija de Ogfram el Gigante, es también un ser feérico, a juzgar por quién es su padre y por el propio significado de su nombre, que podría significar Fantasma Blanco, o Hada Blanca (Bromwich, 2014: 376). La reina, según algunas interpretaciones de los poemas sobre su encuentro con Melwas, pudo haberse mostrado predispuesta hacia las atenciones de Melwas, lo que explicaría la facilidad de su rapto y también la referencia de Geoffrey de Monmouth, cuando dice que: «la reina Ginebra, rompiendo el vínculo de sus primeras nupcias, se hallaba unida a Mordred en abominable adulterio» (HRB, 176, pg. 252). Con los datos que poseemos, no cabe afirmar con certeza cuál es la actitud de Gwenhwyfar hacia su captor. En la narración de Caradog, es violada por Melwas, lo que sitúa a la reina como víctima; de igual forma aparece en el romance de Chrétien, en la que es raptada por la fuerza. Esta actitud contraria a su captor puede afirmarse por último en el diálogo entre Melwas y Gwenhwyfar, en el que la reina se muestra hostil y es defendida por Cai, así como en las palabras de Daffyd ap Edmwnd, que tilda a Melwas de ladrón e impostor.
Existen dudas de que Gwenhwyfar sea un personaje relevante en la leyenda artúrica original (Bromwich, 2014: 377; Padel, 2013: 98), aunque el motivo de su rapto sí parece haber sido un suceso que perteneció a la tradición galesa temprana. Las sagas irlandesas recogen entre sus temas el género de los raptos o fugas de amantes denominados «atheida». En estos relatos, el captor arrebata a la mujer de un rey o héroe y la lleva a un lugar lejano y oculto, en ocasiones contra su voluntad, pero muchas otras con el acuerdo de la mujer raptada, mientras son buscados por el marido y posteriormente encontrados de alguna manera (Torres, 2003: 156).
La semejanza de Arturo con el ciclo irlandés de Fionn y los fianna (Green, 2007) nos permite comparar el rapto de Gwenhwyfar con un episodio del ciclo feniano: «La persecución de Diarmaid y Gráinne» (Alberro, 2009). Fionn se casa con Gráinne, hija del rey de Irlanda, que rechaza estar con un anciano y se enamora en cambio de Diarmaid, sobrino de Fionn. Ambos huyen de la venganza de Fionn y sus guerreros, se ocultan y consiguen vivir felices durante un tiempo, hasta que finalmente son encontrados, y Diarmaid muere. Una leyenda similar en la mitología irlandesa es la historia de Deirdre y Noisiu, en la que Deirdre está destinada a casarse con el viejo rey Conchobar, pero se enamora y huye con su amante Noisiu, para ser finalmente encontrados. Noisiu muere a manos de los guerreros de Conchobar y Deirdre, obligada a regresar con Conchobar, termina por suicidarse.
Si conectamos estos relatos con el rapto de Ginebra, podríamos situar esta narración en un momento de vejez de Arturo, cuando un pretendiente más joven o atrevido se muestra como mejor candidato al matrimonio ante su joven o tal vez feérica esposa. En este sentido, es posible que gracias a los atributos compartidos por los jóvenes amantes de las sagas irlandesas, más adelante se asociara a Melwas con Mordred, entendido en la tradición galesa medieval como sobrino de Arturo, sobre todo a partir de la obra de Geoffrey de Monmout (Bronwich, 2014: 445). Por otro lado, según la tradición galesa Mordred, llamado Medrawt, era un guerrero reconocido por su valor y cortesía (op. cit.: 445) y solo después de su asociación con Melwas pasa a ser un personaje contrario a Arturo. Por tanto, puede verse que Melwas ejerce como un antagonista, cuyas características son transferidas a un personaje anteriormente valorado positivamente, de donde se concluye que el papel de Melwas en el rapto de Gwenhwyfar es negativo, al contrario que en los relatos irlandeses, donde Diarmaid y Noisiu son verdaderos amantes, protagonistas trágicos de la narración.
El Más Allá céltico es otro mundo habitado por los muertos y seres divinos. El acceso a este lugar puede ser a través del shide, o colinas huecas, o de islas situadas en Occidente. La residencia de Melwas en Caer Wydyr, la Fotaleza de Cristal, situada en el País del Verano, parece encajar en las descripciones de este Otro Mundo dadas en las narraciones míticas irlandesas. Además, otro poema artúrico, Preiddeu Annwfyn, parece conectar la creencia galesa en el Otro Mundo con un ambiente insular, en ocasiones asociado a la isla de Irlanda. Autor de la ilustración: Alan Lee.
Un intento de reconstrucción
Con todo lo dicho, podemos tratar de reconstruir el relato original que debió circular de forma oral entre los habitantes de Bretaña como parte de las tradiciones en torno a la figura del rey Arturo.
Una vez, la corte itinerante de Arturo celebró un banquete en Devon. A esta gran fiesta acudió entre los invitados un señor del Otro Mundo, llamado Melwas, que se enamoró de la reina Gwenhwyfar nada más verla. Empujado por su capricho, el hada acudió de nuevo a una fiesta celebrada en la casa de Arturo. Como no había sido invitado, Melwas utilizó sus artes mágicas para acceder a la corte sin ser notado, escalando prodigiosamente las murallas hasta colarse por una ventana. En mitad del festín, mientras la reina agasajaba a sus invitados, el intruso se presentó ante ella e intentó seducirla. La reina, molesta por sus atenciones, se mofó de él y reclamó la ayuda de Cai para deshacerse del incómodo huésped. Cai, el mejor guerrero de Arturo y encargado de las celebraciones en la corte, se presentó ante Melwas y le desafió. Se inició entonces un combate del que Melwas resultó vencedor gracias a sus habilidades sobrenaturales, siendo capaz de raptar a la reina pese a encontrarse rodeado por los guerreros de Arturo. Protegido por sus artes mágicas, Melwas huyó escondiéndose en el bosque, donde Arturo y sus hombres perdieron su rastro. Tras haber despistado a sus perseguidores, Melwas llevó a su cautiva hasta sus dominios en la Isla de Cristal, en el País del Verano, situado en el Fin del Mundo. Pero no estuvieron a salvo por mucho tiempo. Arturo y sus guerreros, después de remover cielo y tierra en pos del felón, descubrieron el paradero de la reina, llegaron hasta el reino de Melwas y pusieron sitio a su fortaleza. Finalmente, después de varias proezas llevadas a cabo por Arturo y sus guerreros, consiguieron dar muerte a Melwas y liberaron a Gwenhwyfar, retornando victoriosos a la isla de Bretaña.
Fuentes y referencias bibliográficas:
HRB: Geoffrey de Monmouth, Historia de los reyes de Britania. DE CUENCA, L. A. (ed.) (2014). Madrid: Alianza Editorial.
ECC: Chrétien de Troyes, El Caballero de la Carreta. DE CUENCA, L.A. y ALVAR, C. (2004). Madrid: Alianza Editorial.
ALBERRO, M. (2009): Fionn y los fianna, la cofradía de jóvenes guerreros celtas. Madrid: Miraguano.
BROMWICH, T. (ed.) (2014): Trioedd ynys Prydein. Cardiff: Cardiff University Press.
BROMWICH , R., JARMAN, A. O. H. and ROBERTS, B. F. (eds.) (1991): The Arthur of the Welsh. Cardiff: University of Wales Press.
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PADEL, O. J. (2013): Arthur in Medieval Welsh Literature. Cardiff: University of Wales Press.
TORRES, G. (2003): Los orígenes de la literatura artúrica. Barcelona: Ediciones de la Universidad de Barcelona.