El bronce de Irulegi

Por Jesús M. de la Cruz

El descubrimiento del bronce o mano de Irulegi ha causado un gran revuelo en los medios de comunicación y en el público en general. Pocas veces podemos disfrutar de una atención mediática igual sobre la arqueología de los pueblos prerromanos de la Península Ibérica, por lo que la cobertura que ha recibido este hallazgo es algo que agradecer. Sin embargo, las características del descubrimiento y sus implicaciones han sido en algunos casos malinterpretadas o sacadas de su contexto, llevando a algunas equivocaciones que conducen a conclusiones erróneas. En este artículo de Voces de Bronce y Hierro pretendo exponer las características de la pieza y también aclarar los puntos que han causado mayor confusión o se han malinterpretado. Para ello he podido contar con la colaboración de uno de los académicos que han llevado a cabo el estudio epigráfico del texto escrito sobre la mano de bronce, el profesor Javier Velaza, catedrático de Filología Latina de la Universidad de Barcelona, que ha respondido amablemente a mis preguntas, y cuyas respuestas incluyo en el artículo.

El yacimiento arqueológico

La mano de Irulegi ha sido encontrada en el yacimiento arqueológico de un castro vascón de la Edad del Hierro. El castro se alza en la cima del monte Irulegi, situado en la cuenca de Pamplona, formando parte actualmente del territorio municipal del Ayuntamiento del Valle de Aranguren. Gracias a sus magníficas vistas, el monte muestra vestigios de una ocupación intermitente desde la Edad del Bronce hasta la Edad Media. El castro vascón fue arrasado por las tropas pompeyanas durante las guerras sertorianas (82-72 a.C.), y la cima no volvió a ser ocupada hasta que en ella se construyó un castillo medieval durante la Alta Edad Media (Buces et alii, 2013).

El castillo medieval de Irulegi fue completamente desmantelado de manera intencionada durante el siglo XV. En el año 2007 el Ayuntamiento del Valle de Aranguren promovió la excavación y puesta en valor del castillo de manos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, con subvención del gobierno de Navarra. Las excavaciones del castillo y la consolidación de sus restos prosiguieron hasta el año 2012. Durante el desarrollo de las excavaciones se descubrieron vestigios del castro vascón bajo el castillo, por lo que en el año 2017 se inició una nueva campaña en la ladera sur del monte, a los pies de la fortificación medieval, para conocer mejor las características del castro. La excavación, que continúa en 2022, está siendo dirigida por el arqueólogo Mattin Aiestarán. La pieza en concreto fue encontrada por la arqueóloga Leire Malkorra en junio de 2021, y trasladada junto con otros restos al Departamento de Restauración del Gobierno de Navarra. La restauradora Carmen Usúa se encargó de limpiar y restaurar la pieza en enero de 2022, descubriendo la inscripción punteada en su superficie. El escándalo de Iruña-Veleia, de infausto recuerdo entre los que disfrutamos de la arqueología, ha llevado a los arqueólogos a ser especialmente escrupulosos con este tipo de hallazgos, y no hay duda ninguna de su autenticidad.

Monte de Irulegi. En la cumbre se puede observar el castillo, más hacia la izquierda se percibe el espacio de excavación donde se encontró la mano de bronce. Fuente: Aranzadi.eus

Los académicos encargados de estudiar el texto han sido Javier Velaza y Joaquín Gorrochategui, catedrático de Filología Indoeuropea de la Universidad del País Vasco. Ya en el análisis preliminar de la pieza pudieron leer la primera palabra del texto, SORIONEKU, lo cual fue una grata sorpresa, según afirma Gorrochategui. Esta palabra recuerda a las palabras en euskera o vasco moderno «zonioneko», que significa de buen agüero o de buena fortuna, y «zorionak», que significa felicidades. La etimología de la palabra SORIONEKU incluye la forma «sorion», relacionada con los términos bueno, «on» y pájaro, «sori», haciendo referencia a los augurios adivinados a través del vuelo de los pájaros. Respecto a la antigüedad de esta palabra, Javier Velaza afirma que: «Hasta donde sabemos, tanto «zori» como «on» (y su composición zori-on) pertenecen al léxico documentado en los textos vascos más antiguos y, por lo tanto, no cabe duda de su legitimidad». Sin embargo, una lectura sosegada y un análisis interno del texto ha llevado en posteriores estudios a descartar esta hipótesis inicial.

Por el contexto de la pieza, en la entrada de una casa, se pensó en un principio que el texto debía ser alguna fórmula de bienvenida o de deseo de buena fortuna para los huéspedes que llegaban a la casa o para sus propios habitantes. Sin embargo, los autores Gorrochategui y Velaza cambiaron de opinión mas adelante y en el estudio crítico de la pieza exponen que puede tratarse de un exvoto ofrecido como ofrenda a una divinidad guerrera, donde la mano puede representar el trofeo tomado a un enemigo derrotado (Gorrochategui, J. y Velaza, J. (2023): 499)

Los análisis llevados a cabo en laboratorio demostraron que el texto fue primero esgrafiado sobre el bronce con un pequeño objeto puntiagudo, para luego ser punteado encima en el texto final. Ambos textos, denominados A para el esgrafiado y B para el punteado, muestran pequeñas variaciones, tal vez fruto de la escritura de dos manos diferentes, siendo la mano que esbozó el texto más diestra que la primera mano que lo punteó (op. cit.: 497-498, 534).

La lectura final del texto punteado sería la siguiente:

sorioneku ·

kunekebeekiratere//n

oTirtan · eseakari

eraukon ·

La lectura crítica del texto arroja además luz sobre la posible relación entre el vascónico y la lengua ibérica, unos descubrimientos que ayudan a crear una nueva versión de la gastada teoría del vascoiberismo. Así, el término “sorioneku”, esgrafiado “sorioneke” al inicio del texto podría corresponder a la divinidad a la que estaba dedicada la inscripción. La forma “eraukon” podría tener relación con el verbo eradun, en el sentido de hacer, tener o dar, forma que encajaría con el sentido general de una inscripción votiva. Esta parte se muestra muy cercana a vocablos ibéricos como -erok-, encontrado también en inscripciones votivas. Otra forma interesante es “akari”, cuyo sentido puede hacer referencia a un don u ofrenda. También parece identificarse un nombre, tal vez el dedicante, en la forma kunekere, donde se aprecia el término Kere o Gere, propio de nombres iberos, o con nombres aquitanos como Gerexo.

Texto del bronce de Irulegi y comparativa de distintos signarios o sistemas de escritura. Fuente: Aranzadi.eus

Ante la lectura de esta primera palabra, Velaza y Gorrochategui coinciden en anunciar que el idioma en que está escrito el texto es vascónico, la lengua hablada por los pueblos vascones con anterioridad a la época romana. Este vascónico es la lengua madre de donde surgirá con el tiempo el vasco moderno, o euskera. La denominación de estos idiomas y su evolución histórica ha generado algo de confusión entre los lectores de la noticia. Para entendernos mejor, Javier Velaza nos dice lo siguiente:

«Creemos que es más apropiado llamar vascónica a la lengua de los vascones, porque euskera es el término que se usa para el vasco a partir de época medieval. Obviamente, hay que entender que el euskera derivaría del vascónico (aunque todavía desconocemos en qué grado y cómo se diferenciaría de este). Tal vez sea de utilidad otro ejemplo: yo estoy hablando ahora mismo en una lengua que deriva del latín, pero no la llamo latín».

El signario o sistema de escritura del texto de Irulegi está adaptado del signario utilizado por los iberos del norte, conocido como signario ibérico meridional. Este préstamo no es extraño, ya que se conoce que el ibérico y el vascónico coexistieron en el tiempo y se influenciaron mutuamente. Puedes leer más sobre este fenómeno en este artículo del blog. El sistema de escritura utilizado en el texto de Irunegi posee algunas modificaciones para adaptarse a la fonética vascona, como la inclusión de una letra T. Este rasgo ya se había observado en algunas monedas acuñadas en territorio vascón, y el texto de Irulegi ayuda a confirmar que los vascones adaptaron el signario ibérico para su propio idioma. Con todo, este sistema de escritura vascónico tiene algunas dificultades. Por ejemplo, no hace diferencia entre oclusivas sordas y oclusivas sonoras, es decir, entre ta-da o ka-ga, lo que dificulta el análisis del texto y explica por qué no se ha podido traducir nada más. Respecto a este tema, Javier Velaza comenta:

«Conviene distinguir bien entre la lengua de un texto y el sistema gráfico en el que el texto está escrito. Pongo un ejemplo: se puede escribir una palabra en lengua griega con el alfabeto griego (μυθος) o bien en esa misma lengua pero con el alfabeto latino (mythos). A lo largo de la historia se han dado muchos casos de lenguas que se escriben con sistemas gráficos diferentes: el ibérico, por ejemplo, se escribió al menos con tres signarios distintos. En el caso de la mano de Irulegi, el texto está en lengua vascónica y en un sistema gráfico (adoptado a partir del ibérico) que llamamos también vascónico».

Con todos estos datos, los investigadores han afirmado que se trata del texto más antiguo y extenso conocido hasta ahora en idioma vascónico. Esta afirmación no ha sido bien entendida. No quiere decir que el vascónico pueda fecharse en el siglo I a.C., si no que es en esta fecha cuando se puede asegurar que el idioma ya se ponía por escrito. Por su relación con la lengua ibérica es seguro que el vascónico es un idioma anterior al siglo I a.C., pero hasta este momento no existían pruebas de que los vascones hubieran puesto su idioma por escrito en una fecha tan antigua. Este es el principal motivo de celebración por parte de los investigadores, ya que, como afirma Gorrochategui, se creía que los vascones habían sido prácticamente analfabetos durante la Antigüedad.

Javier Velaza recomienda paciencia y mesura ante el descubrimiento:

«El estudio del texto no ha hecho más que comenzar y ha de llevarse a cabo con prudencia y rigor científico. En principio, hay que recordar que el sistema gráfico que se empleó para escribirlo es en alguna medida deficitario (ya lo era para el propio ibérico): se trata de un semisilabario que no es capaz de marcar ni la diferencia entre consonantes sordas y sonoras ni tampoco las consonantes en posición plosiva o de final absoluto. Y eso obliga a considerar diferentes posibilidades de transcripción y análisis. Por poner solo un ejemplo mínimo, al comienzo de la segunda línea se lee ten-, pero esa secuencia podría también valer por den-, con lo que la posible etimología podría ser muy diferente. Todo ello obliga a trabajar con pausa y precisión filológica. Si realmente queremos que este extraordinario hallazgo produzca los resultados que todos deseamos, conviene dejar trabajar con calma a los especialistas en la protohistoria de la lengua vasca.»

Texto revisado y modificado el 29 de diciembre de 2023.

Imagen de la portada: mano de bronce de Irulegi, extraída de la web aranzadi.eus.

Bibliografía:

Aiestaran, M.; Ruiz, D.; Iriarte, E.; Sesma, J.; García, J.; Mujika, J. A.; Agirre, J. (2020): «Trabajos arqueológicos en el yacimiento de Irulegi (Valle de Aranguren), 2019-2020». Trabajos de Arqueología de Navarra, 31-32. pp. 223-229.

Buces, J.; Moraza, A.; Agirre, J.; Pescador, A.; Legorburu, M. (2013): «Un enclave estratégico en la Cuenca de Pamplona: el castillo medieval de Irulegi (Laikidain, Navarra). Balance de los trabajos arqueológicos (2007-2012). Trabajos de Arqueología de Navarra, 25. pp. 143-167.

Gorrochategui, J. y Velaza, J. (2023): «La mano de Irulegi: edición y comentarios epigráficos y lingüísticos», en Gorrochategui, J. y Santazilia, E. (eds.): «La mano de Irulegi: reflexiones desde la paleohispánica y la vascología», Fontes Linguae Vasconum, 136: 485-502.

Sociedad de Ciencias de Aranzadi (16 de noviembre de 2022): La escritura en la manohttps://www.aranzadi.eus/la-escritura-en-la-mano

Sociedad de Ciencias de Aranzadi (16 de noviembre de 2022): La mano de Irulegi, https://www.aranzadi.eus/la-mano-de-irulegi

Xataka (17 de noviembre de 2022): La mano de Irulegi es un hallazgo único, pero no resuelve el gran misterio del euskera: de dónde salió. https://www.xataka.com/investigacion/mano-irulegi-hallazgo-unico-no-resuelve-gran-misterio-donde-surgio-euskera

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